Guárdame para el deshielo
Para cuando tus palabras
no conjuren tanto miedo
Para cuando tu memoria
añore la vainilla,
las arrugas de mis camisetas
y de mi boca, el cielo.
Guárdame para el invierno
Para cuando lo peor
ya alimente tus sueños
Para cuando los aires
difíciles, y sin prisa
te arrebaten todo deseo
que no lleve a mi sonrisa.
Guárdame para luego,
Para después de la siesta
Para cuando las piruletas
sean sólo de fresa
Para cuando quererme
no te dé pereza.
Guárdame por si acaso
el espíritu de la tristeza
asomara en tu paisaje
Para cuando la luna
llena de noche , etérea
precipite tu piel
por mi espalda incierta.
Guárdame como siempre
para mejor ocasión
Para cuando ya no quede
ni un hilo de dolor
Para cuando
probablemente
Para cuando tus palabras
no conjuren tanto miedo
Para cuando tu memoria
añore la vainilla,
las arrugas de mis camisetas
y de mi boca, el cielo.
Guárdame para el invierno
Para cuando lo peor
ya alimente tus sueños
Para cuando los aires
difíciles, y sin prisa
te arrebaten todo deseo
que no lleve a mi sonrisa.
Guárdame para luego,
Para después de la siesta
Para cuando las piruletas
sean sólo de fresa
Para cuando quererme
no te dé pereza.
Guárdame por si acaso
el espíritu de la tristeza
asomara en tu paisaje
Para cuando la luna
llena de noche , etérea
precipite tu piel
por mi espalda incierta.
Guárdame como siempre
para mejor ocasión
Para cuando ya no quede
ni un hilo de dolor
Para cuando
probablemente
Yo, ya no quiera ser dos.
4 comentarios:
Es muy bonito.
Aunque hay un deje de tristeza tremendo.
Besos.
Te guardo, claro que sí, entre mis favoritos.
Puf qué triste belleza. Que no te guarde entonces, que se vuelque ya el velo de tu boca, que caiga sobre tu piel en primavera... Que no te guarde si ha de ser la tristeza.
Precioso.
Yo, sin embargo, que quiero desgastarme del uso, no quiero que nadie me guarde.
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