El aire gélido de la sucursal, mantiene el rostro de Fernando con una pátina de aparente rocío perlado de gotas de sudor. En la calle caen 35 grados.
Se pone las gafas y empieza con estudiada parsimonia a leer el informe de 2 folios que tiene sobre la mesa. Al otro lado, expectante una mirada nerviosa sigue todos sus movimientos. Fernando lo sabe y desgasta el tiempo, finge entretenerse más de la cuenta en alguno de los párrafos. A 80cm. del contrachapado de roble envejecido, unos dedos bailan una grotesca danza entre impaciente y suplicante.
Todavía unos minutos más, frunce el ceño, repasa, junta sus manos frente la boca, y entorna los ojos para enfatizar una puesta en escena casi perfecta.
Por primera vez, presta atención a la figura menguante sentada al filo del sillón; dirige su mirada a la placa con destellos dorados que reposa sobre la mesa: Antonio Peláez. Director. Esboza lo que quiere parecer una sonrisa compasiva y dispara: Sr. Peláez, he estudiado detenidamente los términos del contrato, después de 20 años de relación con su entidad me parecía justo, pero siento comunicarle que finalmente, he decidido no ingresar los 150€ que gané en la bono-loto.
23 de noviembre de 2924
Hace 1 hora
14 comentarios:
Muy buen texto. La verdad es que ahora seríael momento de hundir a bancos estafadores y renegar de aquellos que no ayudan a pasar el mal trago que pasan algunos.
Se refugian mientras el resto padece la crisis. Ya saldran a enriquecerse cuando escampe.
Cuídate.
Pos vaya...
El texto genial.
Un saludo.
Toma ya, esas pequeñas venganzas son las que más satisfacen... Un estilo rico y sobrio, muy apropiado para una sucursal.
Saluditos
Si, ahora los banqueros mendigan lo que haga falta.
Muy bueno.
Besos.
Haré lo mismo cuando gana el euromillón, se van a enterar.
Saludos
Muy bueno. La lástima es que al Sr. Peláez seguramente le crujirá un superior por no haber sabido captar esos 15o eurillos. Así está el sistema
Bien hecho! Mejor dejárselo en los bares.
Apoyo al caballero, sí señor!
Si fuera por los bancos te cobrarían hasta la entrada.
Un abrazo
Jeje. Pena de 150 millones para no ingresarlos ¿verdad?
Besos
Maravilloso texto, querida Ilia. Aplaudo la decisión, que ya está bien de tanto tahur.
Un besazo.
Anda que...Vaya tela!!!
Gran escrito! Besos!
Muy bueno..
Buscaré un banquero que capitalice
la espera.
Saludos con cheques al portador.
las venganzas pequeñas a veces son las que más satisfacción provocan.
bicos,
A quemarlos, sin plazo fijo.
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