Risueño, me abrazas con tus ojos mientras entro en la cafetería.
Liviana, me envuelvo en tu afecto y la hora no importa
Impacientes, deslizamos la charla por los raíles del reencuentro
Cautelosos, esquivamos los muros que acechan al llegar a casa
Temerarios, exploramos el límite que la costumbre dibuja
Turbados, respiramos el vértigo en cada roce deliberado
Ansiosos, apartamos el velo que tejió la cordura.
Desconcertados, ordenamos los vestigios de la batalla librada
Derrotados, emprendemos la retirada:
Tú a tu vida, yo a mis lágrimas
23 de noviembre de 2924
Hace 18 horas
13 comentarios:
Me has dejado muda.
Precioso!!
Un beso
Se me olvidaba
el titulo muy acertado.
A tus lágrimas no...
Venga, elige otra vez el primero, hay mucho donde escoger.
Ánimo.
Besos.
Hay veces que algunos no tenemos arreglo. Te entiendo perfectamente.
Precioso.
Apasionados.
¿Se podría formar un acróstico?
Con ellos podría describirse toda una vida.
Saludos
ESo eso, podrías volver a otro sitio , no a las lágrimas...
Qué preciosísimo, Ilia, a las lágrimas para limpiar la mirada y volver a empezar.
Un beso admirado.
que triste final... esta historia se merecía un final más alentador...
:-(
bicos,
uy muy lindo, lindo lindo
Evocador relato, que bien podría empezar con el politono de un móvil, y terminar con el estruendo de un portazo.
De muchos sonidos se puebla nuestra vida.
Qué acertado tu texto. Por el título, de ninguna manera esperaba encontrar algo tan exquisito.
Un saludo.
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