Caen las horas de luz asidas a un calendario que deviene estrecho, que me ahoga, como esa escasez de imaginación y ese nada de ganas con que me despierto. Estampo la rutina con la inercia del deber aprendido, la constato con los gestos que de mi se esperan y ni siquiera me pertenecen; los tomé prestados junto con el uniforme y la firma del contrato; ése que ya respira finiquito, muchas gracias por todo, nos vemos el próximo año, olvidemos broncas y malas caras, qué bien lo hemos pasado juntos...
No sé si quiero que así sea pero la pereza que me habita optará seguramente por ese listado de frases tan huecas como adecuadas; imprescindibles cuando desierta la osadía, o el libre transitar por las circunstancias si el temor a perder incluso algo que ya no me hace falta.
Mientras, dibujo los garabatos de la incertidumbre que a 21 de septiembre me aguarda. Otoño en ciernes aún con ganas de verano, paro, libertad con miedo, café sin hielo y con charlas, la casa patas arriba, playa sin multitudes, las alas apelmazadas de tanto intento por no permitirles que expresaran esas ganas locas de escapar a cada rato.... y el camino sigue borroso.
Echo de menos el paseo pausado por vuestras palabras, y pataleo impotente por no poder seguir vuestro paso, que las curvas sin vosotros son murallas.
23 de noviembre de 2924
Hace 11 horas
17 comentarios:
Todas las cosas que hagamos deben proporcionarnos alegría de vivir, creo que siempre hay una forma de compatibilizar lo que no nos gusta, y debemos hacer por obligación, con lo que nos fascina. Un abrazo
No desanimes, a cada paso lo suyo, y el tiempo te aclarará ese borroso camino que, ahora más que nunca, tenemos delante.
Yo me digo siempre que la vida, y lo que trae, viene a olas y si, como parece, puedes disfrutar de contemplarlas, míralas de frente porque en el fondo de tus palabras hay valentía.
Un fuerte abrazo.
Hola Iliame.
Ahora ves la parte negativa solamente pero también tendrás momentos buenos: descanso, tiempo para ti y seguro que nuevos proyectos.
Verás como si.
Besos.
Los otoños sin pan son menos; aunque nunca fueron mucho para mí. Los otoños tienen un defecto de origen: van detrás del verano. Y ya tienen un gran déficit de luz.
¿Qué será de nosotros si nos falta el trabajo y nos cortan la luz?
Un beso y mucha suerte para los tiempos que vienen.
vaya illia, todo llega a su fin y aunque no sea bueno del todo acaba por echarse de menos, sobre todo cuando el paro es la última estación (de momento)
no puedo ofrecerte mucho, sólo buenas palabras cuando pases por mi casa, y no digo buenas refiriéndome a la calidad, sino a la humanidad.
tómate las cosas con calma, un día (si no desistes) tu rumbo cambiará.
biquiños,
Las alas están hechas para volar, no olvidan su función. Sólo esperan el buen tiempo, el sol en el horizonte, un cielo sin nubes.
Todo te espera, querida y tierna Ilia.
Muchos besos, extrañaba tus palabras.
Por suerte o por desgracia, los que escribimos llevamos impresa la derrota en nuestras letras, y un punto de amargura a cada paso.
Pero siempre, de un modo incompresible que roza la magia, nos levantamos, escribimos de nuevo, sonreimos, tomamos ese café que levanta el ánimo perezoso de luchar de nuevo por un futuro incierto -todos los futuros lo son- que se nos presenta en los charcos más sucios. Pero incluso el agua de estos charcos, alguna vez, formó parte de un océano.
Ánimo con todo. Cuídate.
Bienvenida a este paseo conjunto y ojalá que pronto consigas otro trabajo; y desde luego quedate con los buenos recuerdos de éste, que en algunos momento me dio la impresión de que han debido de ser bastantes
Fea esa incertidumbre, esa quietud macabra. Es cierto que los días parecen desaparecer, y ahí, uno, no entiende mucho, demasiado…algo.
Un abrazo
Pues vengo a hacer (poquito) que caiga la muralla. Si es por nosotros, no debes preocuparte. Y yo aquí esperando que llegara el otoño para disfrutar de mis vacaciones.......
Un abrazo
Bueno, algo saldrá , las cosas se mueven en Septiembre.
Un besito y bienvenida al país de la Incertidumbre.
Bueno, tu ya sabes.
¡Vaya!, creía haber dejado un comentario en el que intentaba darle ánimos; pero parece que algo ha fallado. En cualquier caso era una serie de obviedades bien intencionadas al estilo de: "siempre que llovió paró", y ese tipo de cosas. Creo que una buena caminata de un par de centenares de kilómetros podrá ayudarla a pasar el trago, y si no lo hiciese, estará lo suficientemente hecha polvo como para no poder pensar en nada más que quitarse las botas y echarse un sueñecito.
Cierra la sombrilla...
en algun lado, ha dejado de llover.
Un abrazo,
Rezuma melancolía, tristeza, abatimiento tu entrada. Todos tenemos las alas de una manera u otra cortadas. He pensado en ti, en algunas ocasiones durante el verano y a pesar de ese re paro, me alegra de que de nuevo podamos leernos.
Deseo que el otoño te traiga ese trabajo que de veras deseas. Qué pase este tiempo de incertidumbre para tanta gente.
Un beso
Pues ami Ilia,me encanta el otoño.
Ese atardecer que empieza a ser fresquito, las luces en las tiendas que antes no hacía falta,el sonido de la radio sin la machacona canción de moda....
Qué todas tus incertidumbres sean el saber qué ponerte para dar un paseo : ¿ una chaqueta?, ¿una camiseta?, ¿ Me llevo el paraguas?
( y si te apetece, al despedirte," metete una pasada", pasa de palabras huecas, ya sé que es fácil decirlo, pero si no lo haces al menos diviértete pensándolo).
Un abrazo Ilia, no encontraremos en nuestros paseos.
¿Cómo te va, tesoro?
¿Las curvas mejoran?
Muchos besos
Hoy en día todo es temporal.
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