Llevan 3 días sin dirigirse la palabra. Respirando el mismo aire denso que se adhiere a las paredes y embota los 60 m2 que se disputan a diario.
Julián es metódico y testarudo: se levanta pronto, aseo completo, zumo de naranja y a comprar el periódico. A las 11 sus obligaciones cumplidas: se pone el pijama y aguarda impaciente la hora de comer; por la tarde, lenta sucesión de siestas con televisión, paseos al baño y visitas a la nevera. Su cerebro le está traicionando ; todos saben que se está volviendo loco…menos él.
Tiene 84 años.
Rita es despistada y madre; de 3 hijas y también de él….
Amolda su rutina más por costumbre que por devoción; eso le garantiza un mínimo de tranquilidad aunque cada vez más a menudo ésta se rompe por el motivo menos esperado. Tiene más resistencia que paciencia pero nunca ceja en su empeño de cuidarle. Así es como tiene que ser.
Tiene 82 años.
El martes, su mundo se agrietó de nuevo…. Esta vez fue…cualquier cosa, casi no importa y es crucial a la vez; porque llevan 3 días sin dirigirse la palabra.
MANICOMIO 251
Hace 33 minutos
3 comentarios:
Me resultan tiernos a pesar de las disputas.
Seguro que en cualquier momento habrá reconciliación.
Besos.
Creo que a esas alturas (bueno, a cualquiera, pero a esas más), quizás tres dias sin dirigirse la palabra pueden ser los últimos
Es cosa de la convivencia, aunque hay veces, que enmudece la vida en común en toda su extension.
Saludos.
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