Adela es heroína de actos mediocres: ceder el mando del televisor a Santiago sin oponer la más mínima resistencia, tender la colada por riguroso orden de tamaño y armonía de colores, saber la dosis exacta de sal para el gazpacho, escribir con una perfecta ortografía exenta de faltas la lista de la compra, doblar las camisetas con destreza y sin arrugas, comprar las macetas de la misma medida, y un sinfín de operaciones sistemáticas que llenan su vida de orden y fracaso.
Santiago asiste imperturbable al despliegue de medios que su esposa manifiesta durante las horas de luz; no advierte anomalías en su convivencia porque con diferentes formas pero igual contenido vivió sus años anteriores al matrimonio.
Su contribución al cambio de estado se redujo a un simple trueque de nombres:
Rosa (su madre) por Adela (su mujer). Y ahí se quedó. Hizo las concesiones mínimas que a su entender se observaban en el contrato marital y siguió por el camino que generaciones precedentes habían marcado con fuego al género masculino.
Hoy es jueves y según el programa, en la cama les espera una citación para el roce, últimamente áspero y rápido. O puede que siempre haya sido así en los últimos cinco años, enmascarado sólo por los aires de verbena de un amor de baja graduación y corriente alterna. Adela presiente un hastío inminente, pero sigue callada, da la espalda al cuerpo de Santiago y cierra los párpados.
Escasos segundos antes, sus pupilas retienen el perfil bordado en la funda de la almohada: S.A.
MANICOMIO 251
Hace 11 horas
22 comentarios:
Te has despachado a gusto.
Demoledor.
Y me temo que en muchos casos bastante próximo a la realidad.
Besos.
Precioso, preciso y contundente.
¿Que añadir? No se me ocurre nada, me ha dado mucho que pensar.
Me ha gustado mucho.
John W.
Ay Dios, qué bien narrado el tedio marital.
Fantástico, magnífico, triste hasta reventar de cierto. Y ella!! Qué bien escrito.
Un beso, y dos, y tres...
Gracias.
Pero éste es el puerto seguro para languidecer con el beneplácito de la sociedad.
Muy bien expresado.
Un beso, agobiao.
La comodidad, la rutina, el miedo...¡cuántas cosas entre esas dos letras: S.A.!
Que lastima que no sea solo una historia, que pena que sea más bien realidad.
Un saludo
unaimagenpalabrasmil.blogspot.com
Fantástico.
No pongo reparos al decir, que es de lo mejor que he leído estos días por los blogs.
Una envidia de relato.
Crónicas que vive el lector y que lee en los diarios
Pero nadie supo ver que el llevaba años luchando contra la educación qu había recibido, la cultura de una sociedad en la que a un hombre de su edad que hacia cualquier cosa en casa le tildaban de poco hombre cuando de marica directamente, contra una sociedad que no entendía que a él, cuando salía de trabajar lo que de verdad le apetecía no era irse por ahí con sus amigotes sino ir a casa a sentarse un rato con su mujer a charlar sobre las cosas del día a día, ¿y como hacer nada en casa, cuando no se sabe que es lo que hay que hacer?, cuando te pones a hacerlo y te dicen eso de "Quita que no haces sino estorbar".
El se caso como se casaban todos, buscó una chica mona y aseada que gustase a sus madre, luego, según le habían enseñado, todo se limitaba a llevar el dinero a casa y de vez en cuando hacer un poco de caso a su mujer, pero resultó que al cabo del tiempo, él se dió cuenta que ella realmente le gustaba, pero no sabía, realmente nunca supo, como acercarsele, como decirla "te quiero" sin que sonase falso.
Por eso quizas cualquier día el está seguro que cuando vuelva a casa está estará vacia, y no sabe que hacer para evitarlo, aunque tambien sabe que el día que eso pase, será su última noche.
Un abrazo
Me ha gustado mucho el relato.Destila desidia, pereza ...rutina.
Tambien me parece acertado el punto de vista de Tumultuario ( que estamos ultimamante muy feministas! )
besos y felicitaciones
Contundente, como han dicho por ahí arriba. Y aunque es verdad eso de que muchos sustituyen (¿sustituimos?) a la madre por la esposa, también es cierto el comentario de Tumulario, que a lo mejor el hombre no es (no somos) los culpables por completo de este tipo de situaciones, por más que siempre se nos quiera cargar con la culpa de ellas. Antes la educación era muy distinta y también hay que comprender eso
TORO. Si demoledor, y como bien dices, a veces cierto. Me salió asi...sin otro ánimo que el de comunicar, como siempre. Gracias por venir, como siempre.
POLIDORI. Tus palabras me conmueven y me animan.
ARACELI. El tedio duele, siempre, pero parece que en la pareja...más
IZASKUN. Gracias. tus palabras siempre abrazan mi corazón de aprendiz. Guardo tus besos y te mando unos cuantos míos.
REYES. Eso es lo que duele, esperar el beneplácito común y olvidarse de la felicidad personal.
VIRGI. Tantos proyectos cuya base debiera ser el amor, se convierten en eso..S.A. un mercantilismo emocional que nos ahoga.
LUIS. Gracias por tu visita.Esperemos que esa realidad tan común a veces no ahogue las buenas intenciones.
RAUL.Gracias, gracias; si lo repito, porque este comentario, viniendo de tí se convierte en un halago que llega directamente a mi alma .
ROBERTO. una crónica más que no deja de repetirse.
TUMULARIO. Ay,que honor, tu historia en mi historia. me gustó tu visión, tan masculina como femenina la mía. Me emociona y entristece a la vez, comprobar que los buenos sentimientos laten siempre en las profundidades, porque a veces, en una vida,no hay tiempo suficiente para que afloren y conviertan en felicidad esa incomunicación diaria.
Quiero creer, que todos, estamos todavía a tiempo de querernos .
ALEX B. Gracias, si todo eso... y mucho más conlleva la convivencia; también cosas buenas.Intenté una visión femenina, nunca feminista. pero vuestras opiniones no hacen más que enriquecer el sentido de mis palabras.
MIGUEL. No pretendí ser juez, y nada más lejos de mis propósitos que designar culpables. Creo firmenente que en una relación, cuando no se ha perdido el respeto mutuo (eso ya sería otra historia)es cosa de dos... y cada cual con su responsabilidad a poder ser, equitativa. Ella, también es el fruto de una educación que le grabó en los genes actitudes equívocas.
Un abrazo lleno de agradecimiento para cada un@ de vosotros, por dejar esos comentarios tan llenos de contenido.
y una sonrisa, claro
Un relato expléndido, en serio. Es perfecto. Perfecto porque cuentas una historia "tantas veces contada" de un modo sumamente original y porque la historia fluye en todo momenot.
Es un relato aséptico pero demoledor por los sentimientos tan agrios que encierra.
¡que vidas tan tristes! es horrible porque además es una historia tan cierta...
te aplaudo.
biquiños,
Gracias por tu visita y tu comentario. Tus textos también me han gustado.
Cuento contigo en mi isla.
Personajes condenados a la vida rutinaria, pero ¿de verdad quieren cambiarla por otra?.
Una sonrisa
P.D. He añadido un nuevo buzón de voz, no tienes excusa
ALDABRA. Ay!tu comentario me abraza como las olas de tu costa, hasta llegar a la mía.
NAUFRAGO. Así lo haremos. Una sonrisa agradecida.
ALMA. Tú lo has dicho. De momento sólo hay silencios. Gracias, y me doy por aludida con tu reto.
Hasta que no he leído el comentario de Tumulario, estaba por decirte que me he sonrojado y que me añadía al de Polidori, pero ya después de un poco de reflexión, creo que también tienes que entender que a vosotras se os "educaba" para eso y nosotros lo sabíamos.
Veinte años de estar juntos esta tarde se han cumplido,
para tí, flores, perfumes,
para mí, algunos libros.
No te he dicho grandes cosas porqué no me habrían salido,
ya sabes, cosas de viejos
requemor de no haber sido.
Hace tiempo que intentamos abonar nuestro destino,
tú bajabas la persiana,
yo apuraba mi último vino...
Hoy, en esta noche fría,
casi como ignorando el sabor de soledad compartida,
quise hacerte una canción,
para cantar, despacito,
como se duerme a los niños,
pero ya ves, solo palabras sobre notas me han salido,
que al igual que tu y que yo,
ni se importan ni se estorban,
se soportan amistosas
más no son una canción.
Que helada está esta casa...
será que está cerca el rio
o es que entramos en invierno
y están llegando los fríos.
Patxi Andion
Iliamehoy, un saludo cordial de presentación
genial, no pudiste describirlo mejor.
FANDESTEPHANE. Bienvenido, tú y tus palabras. Intenté buscarte en tu casa, pero no supe encontrarte.
Una sonrisa.
SARA LEON. Gracias. me alegro que lo disfrutaras
Gracias por atreverte a dejar el comentario de voz, un placer escucharte.
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