viernes, 26 de marzo de 2010

mensajes....

Pisó tu móvil por la bandeja de entrada, con delicadeza, como esperando el permiso, ese leve tintineo en la pantalla, y el mágico sonido de un mensaje con latido; quedó por unos instantes diluido entre otras frases, palabras huecas o quizás algunas importantes. Se levantó de puntillas para recorrer curioso ese almacén de alegrías que tus ojos habían acariciado antes para acomodarse el primero en tu lista de solicitantes.
Cruzó ya más seguro hasta los elementos enviados, columpiándose en la osadía de un rayo de sol que en ese momento cruzaba ,y rozó sólo en la superficie letras que no le pertenecían, pero sólo por ser tuyas adquirían el matiz de interesantes. Vinieron luego unos minutos de extravío involuntario por tus juegos, tus borradores y hasta tu galería de imágenes.
Había temor en esas ocho letras puestas en fila para construir los cimientos de un deseo todavía crisálida.
El calor de tus yemas le avisó del momento en que por fin tus pupilas descendían hasta el dibujo de ese sobre naranja. Se abrió casi indefenso el escueto enunciado:
La T logró atraparte desde incluso antes, y cayó juguetona hasta el tobogán de su base.
Se enlazó por la E con un salto limpio y ya atrevido empeñada en no parar, salvando el espacio vacío para tomar aliento.
Volvía la E iniciando una dulce promesa abrazada con descaro al peralte de la S cimbreante, unida a la contundencia de la P que lucía la silueta de los sueños venideros; otra E impaciente remontó en línea la cuesta que se envolvía perezosa por el delicioso susurro de la R, y así hasta el torbellino de una O tímida ligeramente elíptica, como un broche de delicada armonía .
Desde ese óvalo perfecto, se lanzó hasta el perfil de tu sonrisa con cariño, como las cosas sin prisa. Se dejó arrullar por el baile de tus dedos que empujaban con alegría la tecla deseada; enviando mensaje decía : YA VOY …. las líneas más dulces y claras de la felicidad imaginada.

lunes, 15 de marzo de 2010

hammam

Una fina capa de polvo, la misma que se incrusta en todas las ciudades que merodean un desierto, me envuelve como una pantalla granulada… sin embargo, las emociones saben indagar en las grietas, por donde la curiosidad me lleva a recorrer HALAB (Aleppo).
Asfalto nuevo, calles que parecen viejas, un cielo moteado de minaretes esbeltos, a cuyos pies, casas de tejados planos, adobe y cemento, se postran humildes, como rezando en secreto; Tráfico caótico, estridente, puestos de comida, ojos que andan sujetos a un velo casi siempre negro, olores extranjeros para un olfato educado en occidente y los pasos embrujados al pisar un zoco viviente.
El sol resbala apresurado y permite a la noche extender su abrazo; es la hora del baño, público, un ritual mágico que perdura en ese medio oriente como el tiempo detenido, una llamada al diálogo. Las mujeres al fondo a la derecha, con horario pautado, toalla de algodón y chanclas de colores, música de agua, nubes de vapor que trepan hasta la inmensa bóveda con mil ojos por cuyas pupilas se precipitan haces de luz alunada. Ríos de jabón dibujan en mi piel la orografía de una mujer milenaria, complicidad femenina más allá de razas y madres patria, intercambio de risas, gestos, alguna mirada que instaura el auténtico vocabulario que sólo sabe interpretar el alma.
Y miro, y no me veo… pero me siento, difusa, volátil, al mismo tiempo con peso, específico, ensartada en el suelo de mármol, como una escultura que renace caprichosa, entre extrañas, feliz, generosa, mucho más que agradecida… y recupero el entusiasmo por disfrutar de las pequeñas cosas.
Aún con esa paz aprehendida, relego mi mundo a la última fila, desubicado por ese intenso aroma de oriente, pequeños sorbos de té dulce, y se me construye un nuevo argumento para no olvidarlo, para no perderme de vista.

Foto: hammam en Aleppo (Siria)

miércoles, 10 de marzo de 2010

re suelta

A veces me gustaría mirarte con los ojos sueltos, dispuesta a descubrirte nuevamente al siguiente parpadeo.
Así, libre de precedentes ,de futuros impuestos, alegre y desprevenida como la primera vez de los cuentos; libre de cadenas por inquietudes venideras, exenta de prejuicios acumulados en estratos más allá de la retina, esa hemeroteca de momentos antiguos que me induce a actuar según las normas aprendidas.
Y que en esa atención concreta, se dibujaran en mi horizonte las cosas hermosas que a menudo representas, instantes fugaces que se me instalan dentro y articulan los motivos que de forma aleatoria columpian el ánimo entre el cielo y el suelo.
Resulta sin embargo, que unas veces no quiero, y otras ni puedo, destrabar las emociones que se agolpan tras mi retina, apenas te veo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Los hombres que se depilaban más que las mujeres

Pablo, querido Pablo. Esta mañana confundí tu roll-on anti- ojeras efecto como 8 horas de sueño, por mi desodorante. Cuando el ácido hialurónico ha empezado a hinchar mis axilas, he tenido que utilizar tu crema de rosa mosqueta para calmar ese persistente y desagradable estiramiento y, supe que había llegado el momento.
Me voy.
He cambiado mi bono múltiple para 5 sesiones de rayos-uva + 10 depilaciones láser que me regalaste, por un billete de avión.
Recuerda que tienes hora para la manicura el próximo martes.