domingo, 31 de enero de 2010

re intento

Pasos cortos, caparazón rugoso, y el desamparo rebozado por minúsculos copos de arena, el nuevo mundo perpetra el ensayo de lo que justo ahora empieza. Ya no hay vientre, ni alimento, llegó el tiempo de manufacturar las herramientas, precisas, concretas, trazar el camino, sostener el aliento, tan frágil como pequeña, tropezar con dudas y un batallón de miedos, reinventar otro nombre para la vida nueva.



Y temblando eliges senda, urdes el estreno, que te pertenece por haber decidido a pesar de todo, acompañar tu respiración, bi-intentar un pacto de acercamiento entre la tristeza y tu resto….
Fotos: P.N. TORTUGUERO (COSTA RICA)

martes, 26 de enero de 2010

juego de manos

Con la garganta anudada, tiento la comunicación, miro mis manos, esos diez dedos que gesticulan al aire piruetas desmayadas. Y todavía me sorprendo al comprobar que les falta impulso, siguen siendo un reflejo de lo que dentro de mí se está fraguando.
De vez en cuando un giro nervioso seguido de un gesto casi involuntario, repliegue inmediato, protejo la escasa energía que me vive y escucho el sonido hueco del goteo que sólo alimenta pensamientos tristes .Intento un nuevo acercamiento, pero los ojos que me quieren saben que estoy sobreactuando, vistiendo mis falanges con gestos prestados ; veo en ellos acaso comprensión, pero disimulo, sigo fumando , ensayo un comentario gracioso pero rebota estridente como un acento mal colocado en ese parloteo yermo, sin la chispa a la que ya ellos, yo, nos habíamos acostumbrado.
Desisto, será que la paciencia debe durarme otro rato, y cuatro de cinco se acercan a mis labios
.

martes, 19 de enero de 2010

el infierno de los ángeles

Más que hijos, parió hermanos.
Su vientre fue casa de muñecas y destino involuntario de los puntuales apetitos de aquel diablo con su mismo apellido; Decía él estar pasando una mala racha que se prolongó durante años, a intervalos sucesivos de paro y tragos malos. Natalia aprendió a no llorar cuando las embestidas del animal la desgarraban por dentro. Y menstruar resultó menos doloroso que los tres partos que vinieron, tres, casi consecutivos, en aquel sótano húmedo que olía a castigo.

Pagó por pecados ajenos hasta cumplir 25, más o menos . Dijo basta, quería dar otra vida a sus niños. Fabricó un puñal de odio y atenta esperó escuchar los pasos temidos, notándose viva, después de tanto tiempo…. Pero esa noche algo sonaba distinto, y en tan sólo unos segundos a un penetrante olor a alcohol le siguió la silueta rota de su verdugo. Cayó como un grotesco muñeco de trapo en el suelo, frío también, sobre el que iba cayendo un delgado hilo de sangre escapado del oído.

viernes, 15 de enero de 2010

continente, contenido....


Contención, si , eso dijo … y acto seguido lloré.
Sentí cómo la última gota tomaba impulso y soslayaba ese borde, saltaba de mis ojos vaso de cristal temblando.
Ocho pares de iris se posaron en mis manos empeñadas en tapar la lluvia, mientras pensaba a la velocidad del rayo la forma de disimular el mar, la tormenta desatada … el por qué, carecía de importancia.
No eran lágrimas buenas, de esas que troquelan suave mejilla y piel , que limpian atascos y dejan la rabia interna deshacerse en mil pedazos . Eran las otras, las que cubren de lodo cuanto encuentran a su paso y siguen imperturbables… entrada gratis para la quintaesencia del fracaso.
Pocas y enredadas como un grito estrangulado, las buenas regresaron a casa , tragué con fuerza saliva amarga y el dedo índice puso la U en mis labios.
Esta mañana sin embargo, tuve la certeza que a ese no se qué interior,
le quedaban a lo sumo, horas para morder la puerta.

lunes, 11 de enero de 2010

locura y amor

- Mi padre se está volviendo loco, y probablemente él sea el único a quién no importe -piensa- e intenta buscar las palabras que lo saquen del particular descenso a la pataleta de su cerebro dañado;
Lo ve esconderse en esos arranques de rabia, huir , la cabeza anclada en sus 11 años.
Grita enfadado, pero en lo profundo de su garganta se ahogan lágrimas de miedos antiguos, monstruos que susurran al oído no hace falta que corras, estamos contigo. Paula imagina a ese niño con las bombas cercenando sus juegos, la pobre vida linchada por una guerra que dispara a quemarropa iras de las que nada sabe, y cartillas de racionamiento.
No es necesario que pase más de media hora, para que la tele le arranque una carcajada líquida y fresca tan real como la certeza que la nube aunque no se evaporó tomó el pasaje de vuelta. Suspira tranquila mientras papá toma sus natillas de merienda y retoma la charla con su madre preocupada por la ola de frío, y tu padre salió a comprar el periódico con el pijama bajo el abrigo, sin gorra, ya ves el caso que me hace, repite cada lunes agotada por discusiones inútiles que desgastan sus más de 50 años de esposa.
Paula, se pone el abrigo, ata la correa a la perra, pasa por la cocina a recoger un bote de ese caldo que le alimenta la vida y sonríe desde el alma a esos dos ancianos que la acompañan cariñosos hasta el final del pasillo.

viernes, 8 de enero de 2010

a destiempo

Nunca imaginé que la tarjeta del paro, incluyera el destierro, un ensayo de expulsión más allá del grado de productividad, de la realización profesional, de merecer un sueldo.
Los primeros días, aún con un pie intentando despegarse de la rutina, intuyes que no es tan grave eso de estar sin trabajo, aunque la mayoría de ojos te mire con pena y unte tus supuestas heridas con frases hechas .
Inmediatamente seguido, y en un acto de valentía, te quitas el reloj, dejas que una burbuja de aire empiece a envolverte, das permiso a tus sueños, y te deslizas por la pista las manos al viento, los ojos cerrados, la cara de boba e incluso esquivas con gracia algún que otro dardo envenenado.
Confiada, ya pasas los días a un palmo del suelo: lectura, un café a media mañana, una charla serena, paseos por el súper, los jueves yoga, el blog ordenadito, y todo en una extraña dimensión de tiempo.
Y con mucho, mucho miedo te compras un billete, viajas lejos, sola y pequeña, dispuesta a romper muros, a lavarte la mirada, a echarle un pulso al ego.
Ingenua, regresas al hueco, y ya no encajas, como si en tu ausencia alguien le hubiera cambiado la talla… y ahora qué? , te dicen, te dices, te dirán mil veces, como esperando ver el momento en que sumisa, te ciñas de nuevo el collar y lo agarres a la rueda del “todos jodidos pero contentos”.
Simulas no hacer caso, pero en algún rincón de la culpa, ya se ha gestado tristeza , dices no con la boca pequeña, vuelves a desmedir los días, le echas la culpa al letargo de un invierno denso, que las vacaciones se acaban, incluso para los que vivimos en destierro.

miércoles, 6 de enero de 2010

anatomía de un flechazo

Sintió primero la calma, la que se respira mientras la nieve cae en pequeñas virutas de azúcar helado. Y más tarde el frío se dibujó en su piel como un mapa extraño trasladándose en pequeños giros desde el pecho a su espalda; las vértebras, una a una, adquirieron la misma rigidez de un cuello de camisa recién almidonado. Por su parte las piernas, empezaban a doblarse masticando un fémur con la inverosímil textura de un chicle de fresa ácida. Los pies incapaces de soportar la avalancha de un cuerpo transformado se hundían, los tendones afilados cortando las capas de asfalto en millones de partículas de arena fina, casi dorada. Los ojos daban por cada segundo, tres vueltas de campana, el iris en un tiovivo, sin darle tiempo a los párpados para que las pestañas pudieran siquiera rozarse las manos. Quedaba sin embargo un pedacito de cerebro acurrucado en la nuca, una isla dormida a la que todavía no había llegado la marea de hormigas que desde la primera calma trabajaban en fila india por el resto de su espacio.
Entonces se estrenó una sonrisa, y supo sin lugar a dudas que se había enamorado.


Foto: Gerard Piqué ( jugador del FC. Barcelona)

domingo, 3 de enero de 2010

yo, soy tonta

Desciendo, sin demasiadas ganas a un enero recién puesto, todavía amortajado por el caos festivo, la tradición de monedero, esa locura con la que intentan hacernos creer que ha terminado el año. Veo las mismas caras, idénticos gestos y me tranquiliza la certeza de pensar que como era previsto, nada parece haber cambiado. Todavía siguen abiertas las tiendas en domingo, esperando ansiosas la visita de esos reyes vagos, esos mismos que cuando sí era una niña poseían en exclusiva la propiedad de magos, alquimistas de sueños menudos, 3 merlines multiculturales, los dioses repartiendo caramelos.
Pero resulta que ni “ellos” han podido resistir el embate de los cuervos, que picotean malévolamente por entre las grietas de los recuerdos… y ahora por la tele, aparece un actorcillo entre estanterías repletas de electrodomésticos que pretende jugar a adivino y deja estupefacta a una madre que ni siquiera sabe cuántos amigos tiene su hijo en el facebook.
Será que todo va más deprisa de lo que mi ingenuidad imagina, por eso, me quedo, anticuada y pequeña , rematadamente tonta, en ese rincón de mis sueños.
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