jueves, 12 de febrero de 2009

amores domésticos

Vivieron un gran amor, pero a destiempo, a ritmos irreconciliables; la soledad empujó a Raquel , el miedo a la soledad, a Ricardo. Ella arrastraba un deseo: compartir una historia en que sólo hubiera cabida para dos; él llegaba envuelto en su capa de líder, sacando de entre sus pliegues la estrategia del hechicero.
Raquel llenó de amor y buena voluntad la estrenada convivencia; Ricardo descargó inseguridad, un hijo de 7 años y una ternura innata.
Goteaba la rutina 2 lavadoras por semana, macarrones los miércoles, y domingos de fútbol.
El tiempo se hizo estrecho y apenas alcanzaba para dormir; El cola-cao desbancó a los sueños en la lista del súper, la alegría sólo olía a camisas recién planchadas y los besos esquivos, sabían a gracias por acordarte de comprarme tabaco.
Y era amor, todo esto, pero no del bueno;
Un sainete de barrio, repitiendo capítulos, broncas y portazos, reconciliaciones de telenovela y algún abrazo medio lleno de cariño.
Raquel de desdibujó, perdió forma y contenido, paseó como un espectro durante 7 años por un tiempo que ya no le pertenecía; Ricardo, volvió a su nube, a sus castillos en el aire, vendiendo a ilusos paraísos parcelados.
Esa noche de martes, mientras la lavadora chirriaba un centrifugado rabioso, Raquel supo que la soledad no era esto; que había algo peor …..
Se levantó, y a oscuras se refugió en el sofá, llorando por dentro. Oyó sus pasos y la invadió el hastío. Le oyó ensayar su discurso predilecto después de discutir…
Por eso, cuando con voz aguda y por enésima vez, le soltó “es mejor que lo dejemos”, ella ya no se desesperó y desde el fondo de su alma dijo: vale.

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Que buenooooooooooooooo!!!!!!
Los he visto en tus palabras, a ellos y las innumerables parejas que viven en un decorado que apenas se aguanta.
Me ha gustado muchísimo.
Besos y felicidades.

Luis Cano Ruiz dijo...

Triste historia -Aunque brillantemente escrita- que demuestra que el amor es una lucha continua que nunca se gana, pero que basta un pequeño paso para perderla.

Enhorabuena por este escrito.

Wernher Cools dijo...

Gracies per el teu comentari... i doneria molt de que parlar. he començat a donar una mica de resposta, afegint un comentari al teu. Bon cap de setmana... peto

nomesploraria dijo...

A vegades la solució més dolorosa és la millor, o la única.