martes, 20 de octubre de 2009

Un universo en danza

Rosa es mi hada maestra, que baila hasta cuando habla, en ese susurro cadente de gestos y palabras; cada movimiento es una emoción que continúa más allá de sus manos, me encuentra y se enreda suavemente hasta tocarme el alma.
Dos veces por semana, midiendo el tiempo con música, buscando mover ese cuerpo sin bisagras, localizando nudos, grietas y barreras, empujando músculos, desenredando hilos de acero , propiciando una entrada diminuta, un descuido de mis fantasmas para notar cómo por dentro mi cuerpo suena distinto, arrullando mis parcelas estancas, iluminando los más secretos rincones con latidos y colores, saber que el movimiento que oscila en el puro centro de mis esencias, prolongará un eco de vibraciones, que a su debido tiempo, me explotará por los poros y se convertirá en mi danza.
Y descubro que mi cadera puede moverse pausada, como si unos delgados hilos tirasen de ella, trazados con tinta invisible, pero que de forma directa se deslizan casi imperceptibles desde un cd. lleno de sonidos exóticos; y vuelvo a descubrir en mi cuerpo que los hombros tiene vida propia… y los muevo, perezosamente sintiendo el cosquilleo y un suave batir de alas de mariposa que aligera un peso oxidado, desatando el lazo de los temores, las penas, algunos rencores, y un ánimo fosilizado.
Ya llegó la magia a mis dominios, la oscuridad escampa, apenas me muevo por fuera, y sin embargo todo un vocabulario femenino crepita y se reparte en mi nuevo universo en danza.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Has conseguido trasmitir sensaciones fantásticas. Además de conseguir absorber toda la atención.

También me ha dado mucho que pensar. Positivo, claro.




John W.

ybris dijo...

Mágica hada que tanta magia provoca.
Espléndida la magia de hacernos bailar.
Un modo exquisito de conocerse.

Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Por pedir no va a ser:

Un vídeo no es posible?

Me voy corriendo.

Besos.

virgi dijo...

¡Uy, qué bonito! dan ganas de participar y moverse con esa cadencia que le pasas a tus palabras.
Un arrullo musical.

Juanjo Montoliu dijo...

Muy emocionante el texto. Me estoy imaginando a Rosa y los pies se me mueven. ¿Qué no pasará viéndola en directo?

Besos.

Anónimo dijo...

Lees esta entrada y deseas con todas tus fuerzas tener un hada como la tuya. Que bien descrito. Nos trasportaste a tu mundo... Cuidala bien!
Saludos!!!

matrioska_verde dijo...

te imagino bailando la danza del vientre, por ese movimiento de cadera lento.

biquiños,

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Y de tu mano ando yo tirada que busco, a buenas horas!, cursillos de biodanza para parados, yo que apenas muevo los dedos y que soy más rígida que la mente de un facha. Margnífico texto, querida amiga. Gracias.

June dijo...

Yo también quiero bailar !!!

pepa mas gisbert dijo...

Esto no es un baile, es un masaje (sonrío)reconfortante y tonificante, para el cuerpo y para el alma.

Un abrazo

Raúl dijo...

Me vas a dar la dirección de esa academia de baile, por favor.

Miguel Baquero dijo...

Una sonrisa más por verte bailar y por esa expresión tan hermosa del vocabulario femenino

Onminayas dijo...

Tienes una habilidad especial, mágica, para transmitir sensaciones sobre circunstancias que alguien como yo no sería capaz de percibir. Genial el texto, Iliamehoy.

Besos.

Antón Abad dijo...

Lo ha descrito tan bien, que me han quedado ganas de haber estado espiando; intentando encontrar los hilos para tirar de ellos y ver el resultado. Menos mal que de un tiempo a esta parte me ido alejando de algunos preceptos; de no ser así, ya me estaría condenando ad eternum.

Antígona dijo...

Lo cierto es que no creo que haya mejor forma de entrar en conexión con el propio cuerpo olvidado mejor que el baile. Olvidado porque por lo general parece vivir en una suerte de presencia silenciosa que sólo se quiebra de manera fragmentaria, y no pocas veces en la terrible experiencia del dolor.

Sin embargo, siempre he tenido la impresión de que el baile, cuando uno realmente se siente bailar, tal y como tú lo describes, es lo que nos hace cobrar conciencia de nuestra corporalidad como un todo amable y armónico que en absoluto existe al margen de nuestra alma.

Precioso texto, Íliamehoy. Que el baile siga desatando en ti los nudos enquistados de los malos sentimientos que vamos arrastrando. Y me apunto la receta, aunque sea sin hada mágica. Que todos tenemos muchos nudos que desatar.

Un beso

Lía. dijo...

Que grato es lo que logras en tu escrito, que maravilloso el dejar de manifiesto el poder de la cadencia que tan capaz es de mover otras almas.-
Un gusto.-

Unknown dijo...

Fascinantes descripciones para un sentimiento de danza!

Gracias por compartir:)

ALEX B. dijo...

Me encantaría poder bailar de esa forma.Una vez tuve un sueño, en que bailaba en una nave enorme, donde en su parte alta revoloteban pájaros y sentí algo parecido a lo que hoy tú me has transmitido.
Un beso

Anónimo dijo...

La vida es una danza,
Nosotros los bailarines...
Puse los pies en movimiento.
Abandoné hasta los patines.


Besitos de ballet :)