domingo, 31 de mayo de 2009

the summit : o la insospechada capacidad pulmonar

Espectacular imagen de la cordillera Himalayica, con el Everest en primer plano... bueno detras de mi
Un nuevo reto me toma de la mano nada mas despertar; recuerdo no sin cierta angustia que hoy ascenderemos al Peekye, una cima accesible y muy proxima a casa.
Un sendero suave al principo, se inclina rapidamente; en estos parajes, el camino facil es solo una tregua. Respiro, suspiro y empiezo a contar escalones para mantener mi mente alejada del agotamiento; atravesamos un bosque yermo, carbonizado por una tormenta feroz... de repente el silencio se convierte en una estridente sensacion de ausencia de vida; pero esta tierra acumula demasiada fuerza para claudicar: brotes de un verde prometrdor asoman por el sotobosque anunciando la vida que fluye debajo de esta gruesa capa de ceniza.

No lo he dicho? : el paisaje me traspasa, aparta mi piel para derramarse dentro de mi, cosquillea en mis manos y susurra poemas que resbalan por mi retina.

Acude el brillo a mis pulipas y sonrio casi sin querer; puede que el cansancio restrinja mi acceso al bienestar...pero se con certeza que restare impregnada el tiempo necesario para embadurnarme de emocion.
Pasan las horas, una breve parada para comer y doy cuerda a mis piernas para seguir remontando; nos acompanyan dos porters cargados hasta la copa de los arboles, y una espesa capa de niebla no envuelve. Al final, llueve.
Como cada vez, cuando el abandono se imprime en mi frente, oigo las palabras magicas: OK. finish!!!!!... una fiesta estalla en mi interior, adoro esta frase!!!.
En el refugio, el frio compite con el exterior y la humedad me muerde; ni la sopa humeante ni mis pies en el brasero consiguen darme ese poquito de calor que tanto necesito.
Duermo abrigada con toda mi ropa, pero el frio sigue colandose incluso con los ojos cerrados.

El ultimo noodel cruza mi garganta cuando abordamos la cima. Son las 4 de la madrugada y en el exterior, la niebla no permite ver mas alla de mis botas.
Me ahogo al primer paso, y la cuesta me parece casi vertical. Hundo mis pies en la nieve, y a ratos piso piedras que resbalan. No me atrevo a mirar hacia abajo, mi debil equilibrio no esta para heroicidades.

Se que hemos llegado a la cima porque adivino entre la niebla la colorida danza de las banderas de oracion. Nada mas..... hoy las nubes subieron al ultimo piso y me dejaron sin fiesta.
4070m., medio pulmon esparcido en los ultimos 500, las piernas dobladas, la mirada triste, pero la satisfaccion latente.

Algunas fotos con la "diosa madre de la Tierra" como telon de fondo, tras la gruesa cortina, pero presente, con esa fuerza de sus mas de 8000m., observandome, haciendome cosquillas en la nuca y acariciando con su hielo cada una de mis ilusiones en una calida comunion de todos los elementos, incluida mi alma.

El regreso, como era de esperar, carece de relevancia.

11 comentarios:

anareis dijo...

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TORO SALVAJE dijo...

Lo imagino y casi me ahogo también.
Bravo por ti.
Biennnnn


Besos.

Miguel Baquero dijo...

¡¡Qué bonita descripción!!, ¡¡qué bien contado!! "susurra poemas que resbalan por mi retina". Impresionante. Qué suerte tienes de que las cimas del Himalaya estén, como dices, próximas a tu casa, y de estar viviendo esos ascensos maravillosos. ¡Que lo disfrutes y que lo escribas!

Librería de Mujeres Canarias dijo...

¡Qué fuerte eres! ¡Bravo por ti! ¡Qué maravilla sentir que existes en comunión con los elementos!.
Un beso y un masajito para calentar esos pies.

Luis Cano Ruiz dijo...

Siento llegar tarde a tu puntual relato. Como siempre gracias por compartir con nosotros la inolvidable experiencia que estas viviendo, y que sin duda compartimos un poco contigo.

Cuídate.

Nuareg dijo...

¡Madre mía! ¿Se puede respirar a 4000 metros de altitud? Me parece alucinante tu viaje. ¿Cuántos días llevas?
Creo que es una de esas experiencias que te cambian la vida, para bien, claro.

Besos envidiosos

ybris dijo...

Cansancio e hipoxia.
A veces no hay otra manera de grabarnos los paisajes donde no se olviden.
Un placer oírtelo contar.

Besos.

matrioska_verde dijo...

¡que valiente!
ánimo.
bicos,

Raúl dijo...

Pero mujer, cómo no te va a traspasar este paisaje! Más que majestuoso es solemne.
Envidia se llama lo mío.

Juanjo Montoliu dijo...

¿Tienes que llegar hasta el final? Porque a mí 4000 m. ya me parecen una heroicidad, y pensar que después de 4.000 quedan otros tantos con un solo pulmón...

En fin, admirado me tienes.

Anónimo dijo...

Si, probablemente lo sea