jueves, 4 de junio de 2009

y el alma en tránsito.....

Ya llegué, o eso parece, según observo el estallido de ropa , bolsas, y demás cachivaches que se catapultaron desde mi mochila tras abrir la puerta de casa. El salón huele a ayer, incluso a anteayer, y mejor aún, a los últimos 35 días, que ni la ducha ha logrado desteñir de mi piel. No es ubicuidad, tan sólo desconcierto, mi cuerpo desmenbrado entre dos continentes, y el corazón, agazapado entre esos lugares que ya no veo pero no dejo de sentir. Todavía no duelen los recuerdos porque sigo en ellos, escalando sus aristas, resbalando por sus laderas, jugando a construir un abrigo que me los guarde.
En ese largo éxodo, contemplé impotente, como los saris se convertian en faldas vaqueras, los pantalones bombacho en trajes de impecable corte color gris, y las chanclas de plástico en zapatos de marca; los rostros se desteñian, y en cada sala de embarque, el este se despedía para mostrarme rasgos tan parecidos a mi...., todos en perfecto orden, silenciosos, y distantes....muy distantes.
kathmandú es ya sólo la cinta que envuelve mi equipaje, cuando todavía guardo en el cielo de mi boca el sabor de un delicioso y humeante té con leche en un jardín de Thamel. Ya no necesito hablar en inglés, pero sólo tengo palabras para ellos, mis vecinos, algunos amigos, y tantos momentos.....
Aterriza como puedas.... adivino en las miradas de afecto de mis seres queridos, y no discuto su buena intención....porque no saben que en el fondo....aún llevo el alma en tránsito.

8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Estás todavía allí, todavía no has llegado del todo.
Te va a costar llegar.

Besos.

Luis Cano Ruiz dijo...

Has vuelto con el recuerdo imborrable, las consecuencias de ver las llevaras durante mucho tiempo en la memoria.

Vuelves a escribir con ñ, a contemplar el grisaceo y rutinario mundo que nos envuelve.

Pero ahora que has visto más belleza que muchos humanos en toda su vida. Quizá ahora, puedas encontrar algo de belleza alrededor, a pesar del ruido nocturno y el mal humor.

Feliz regreso a casa, y mil gracias por la crónica.

Miguel Baquero dijo...

No sé si decirte bienvenida a casa. Ni si tampoco es bueno desear que se te pase ese jet-lag emocional. Lo mejor, seguramente, lo que has dicho tú: Aterriza como puedas.

Nuareg dijo...

Lo bueno de irse es poder volver a casa, con el alma hasta arriba de recuerdos, que irán cogiendo fuerza y echando raíces para siempre.
Volverás y todo será mejor aun que antes de marchar.

antonio dijo...

me gusta como escribes te leo

Juanjo Montoliu dijo...

Pienso que tu experiencia es de las que marcan. Por lo tanto, siempre llevarás algo encima.

Me alegra que todo haya ido bien.

Elena dijo...

Nunca me he ido del todo de ningún sitio. Bueno, sí, una vez. Pero era demasiado pequeña para llevar el sitio a cuestas.
Feliz regreso.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Feliz regreso, querida ilia. No puedo imaginar todo lo que has aprendido, sintiendo lo que he aprendido yo leyéndote. Tu alma vuelve enriquecida y enriquecedora. Muchas gracias por todo.